Carretes Jigging: El Ritmo Salvaje de la Pesca Vertical

Un carrete típico de jigging va desde el tamaño 4000 hasta el 8000, según si vas a poca o mucha profundidad y el peso de los jigs que uses. ¿Por qué? Porque necesitas espacio para la trenzada gorda y, sobre todo, velocidad. Aquí los ratios altos (de 6.2:1 a 7.1:1) son la ley, porque si quieres sentir cada vibración del jig y no perder ni un segundo cuando hay picada, necesitas ese turbo.

En construcción, estos carretes son auténticos tanques: todo pensado para transferir potencia y no romperse aunque les des caña cada salida. Los Shimano, como el Stella SW y el Ocea Jigger, llevan el famoso Hagane Body y X-Ship, que es como tener superpoderes en la mano. Por otro lado, los Daiwa Saltiga y Catalina llegan con Magsealed y Tough Digigear, nombres que suenan a ciencia ficción, pero que en serio, marcan la diferencia cuando te enfrentas a un monstruo marino.

¿Que te molan las emociones fuertes y bajas más de 200 metros? Pues aquí entran los carretes eléctricos, los auténticos robots del jigging. Carretes como el Shimano Beast Master o el Daiwa Marine Power hacen todo el trabajo duro: tú solo te dedicas a disfrutar y ellos se encargan de subir esos jigs pesados a velocidad constante, sin que te tiemble el pulso.