Cañas Jigging: Dinamismo Brutal para la Pesca Vertical

¿Medidas? Entre 1.80 y 2.10 metros, ni más ni menos. Así logras ese equilibrio perfecto: maniobra fácil desde la embarcación y la fuerza justa para mover jigs pesadísimos en fondos que parecen no tener fin. Y claro, la acción extra-rápida es clave: cualquier gesto tuyo baja directo al jig, y si hay una picada, lo notas de inmediato, como si te dieran un toque eléctrico en la caña.

¿Materiales? Aquí no se andan con chiquitas: carbono de máxima densidad, porque necesitas una columna vertebral sólida para mover jigs de 100 a 400 gramos sin que la caña se vuelva una rama seca. Potencia medium-heavy o heavy, porque uno nunca sabe cuándo va a enganchar un atún o un amberjack del tamaño de un refrigerador.

Y los detalles, esos sí importan. Las anillas llevan insertos de máxima calidad, preparados para la batalla con líneas trenzadas que cortan como cuchillas. El portacarretes, reforzado a tope para esos carretes de alta velocidad, y las empuñaduras, diseñadas para que tus manos no se rindan después de horas de jigging intenso. En resumen, estas cañas están hechas para la guerra vertical en el mar.